Bellissima, 1951
Luchino Visconti
Italia

¿Por qué la elección?
En Bellissima, Luchino Visconti plantea la tensión entre el glamur idealizado que caracteriza al mundo del cine y la realidad de su proceso de producción. Explora la dureza de la existencia humana, la difícil situación de la clase trabajadora italiana de la postguerra y las despiadadas dinámicas que caracterizan al mundo del cine. Es un relato de la ferocidad y resiliencia de la maternidad y las dinámicas familiares.
Construida como una comedia dramática que critica con agudeza el mundo de Cinecittà y sus personajes, Visconti acompaña a Maddalena (Anna Magnani) en su desesperado intento por convertir a su hija María en una estrella de cine. Convencida de que la niña tiene cualidades especiales, Maddalena mueve el cielo y la tierra para intentar, a través del éxito de su hija, ascender socialmente y mejorar su situación económica. Se trata de una mujer con una gran ansiedad y tristeza, que entregará cuerpo y mente para alcanzar sus propósitos. En el camino, como es de esperar, se encontrará con hombres que se aprovechan de su impotencia y roban su dinero.
En este clásico relato aspiracional que aborda la pobreza y la dureza de las condiciones sociales de la posguerra, Visconti enjuicia el modo de hacer cine del neorrealismo italiano. Narrando la desesperación de una madre, y su ilimitada capacidad de arrastrar con ella la vida de su hija y la de su familia, Visconti pone en juego, en varios niveles, una aguda comparación entre el cine y la vida y entre la producción cinematográfica del cine italiano del momento y las condiciones sociales que lo permitieron. Pero sobre todo, desnuda la forma brutal como se ejerce el poder –el siglo XXI se ha encargado de entregar suficientes ejemplos– en una industria construida sobre los sueños y las ilusiones de los seres humanos.
Ficha técnica