¿Por qué la elección?

En esta sobria producción Agnès Varda presenta a Mona (con la brillante actuación de Sandrinne Bonaire) una joven mujer sin techo. En la primera escena de la película ya sabemos su trágico final: Mona muere helada y su cuerpo es encontrado en una zanja. A partir de este impactante comienzo, Varda intercala flashbacks que documentan las derivas marginales de la vida de Mona con los testimonios de las personas que la conocieron en sus últimos días. La película subraya el rol cómplice de una sociedad que ostenta un cruel sentido común. Sans toit ni loi aún hoy es ejemplo elocuente de las posibilidades narrativas y estéticas que tiene el cine para acercarse al mundo y hacer un juicio incisivo sobre el sistema capitalista y patriarcal que condena con indiferencia a quien no se adapta a las normas impuestas.