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  • Papel de pared amarillo, 1892

    Charlotte Perkins Gilman

    Estados Unidos

    ¿Por qué la elección?

    El relato más conocido de la estadounidense Charlotte Perkins Gilman (1860-1935) fue rescatado del olvido durante la década de 1970, ochenta años después de su publicación, gracias a los estudios críticos de la segunda ola feminista norteamericana. Desde entonces, el cuento Papel de pared amarillo se convirtió en una referencia obligada, incluso en algunos currículos escolares, para comprender el contexto social y cultural del feminismo pionero de finales del siglo XIX, del cual Perkins fue una reconocida activista (si bien, hoy en día, su figura se empaña por sus indefendibles posturas eugenésicas en torno a cuestiones raciales).

    En el cuento, una mujer es obligada a permanecer en cama, encerrada en una casa de campo, sin recibir visitas y sin involucrarse en labor alguna; ni siquiera puede salir de su cuarto, ni leer, ni escribir, ni cuidar de su propio hijo. Todo ello, supuestamente, para recuperarse de una especie de psicosis posparto o, como la define su propio marido –quien, además, es su doctor–, “una depresión nerviosa temporal, una leve tendencia histérica”, términos con los que la patriarcal medicina decimonónica establecía una engañosa diferencia entre los sexos. Con estos diagnósticos se creía aportar evidencia a la hipótesis absurda –pero ampliamente aceptada entonces– de una inferioridad evolutiva que trasciende las diferencias físicas e influye en la formación del carácter, justificando una falsa autoridad e invocando la tutela inapeable de los hombres sobre las mujeres.

    Bajo la mirada vigilante del marido, la protagonista da muestras de obediencia y “autocontrol” –esto es, contiene los gestos “molestos” que delatan su fragilidad nerviosa–; pero encerrada en su cuarto, en cambio, escribe el diario cuyas entradas dan forma al relato y mira (lee) con detalle el papel tapiz de las paredes, en el que cree descifrar la figura de una mujer atrapada. Inerme ante a un violento control, su pulsión de libertad solo puede hallar el camino de una victoriosa y amarga locura.

    Ficha técnica

    “… tengo absolutamente prohibido trabajar hasta que mejore.
    Personalmente, no estoy de acuerdo con sus ideas.
    Personalmente, considero que un trabajo agradable, emocionante y cambiante, me haría mucho bien.”

    […]

    “Me enojo sin motivos con John de vez en cuando. Yo no solía ser tan susceptible, estoy segura. Me parece que se debe a mi condición nerviosa.
    Sin embargo, John me dice que si me siento así no debo olvidarme del autocontrol; así que la paso fatal intentando controlarme a mí misma, al menos en su presencia, y eso me causa agotamiento.”

    […]

    “Tengo una actividad prescrita para cada hora del día; él me cuida en todo aspecto y yo no tengo más alternativa que sentirme un poco ingrata por no valorarlo más.”

    […]

    “John no sabe lo mucho que sufro en el fondo. Sabe que no hay motivos para sufrir, y eso le basta.”

    […]

    “Tan pronto salió la luna, ese miserable ser comenzó a arrastrarse y a agitar el papel; me levanté y me apresuré a ayudarla.
    Yo empujaba y ella agitaba, yo agitaba y ella empujaba…; antes del amanecer habíamos despegado varios metros de papel.”

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