
A Model (Nude Self-Portrait), 1915-1916
Florine Stettheimer
Estados Unidos
¿Por qué la elección?
Florine Stettheimer (1871–1944), considerada, junto con Georgia O'Keeffe, Marguerite Thompson y Helen Torr, una de las cuatro pintoras pioneras del modernismo en los Estados Unidos, logró consolidar a través de su obra un arquetipo de mujer autónoma y empoderada que ante los ojos de la crítica contemporánea la posiciona como una artista precursora del feminismo.
Sus retratos de la sociedad y del movimiento cultural de Nueva York, así como temáticas raciales, de identidad y de género hacen parte de una producción artística que rompe con las representaciones femeninas tradicionales, como quedó evidenciado en A Model (Nude Self-Portrait), el primer autorretrato desnudo en la historia del arte pintado por una mujer. Vemos la imagen de la artista desnuda recostada en una cama, sosteniendo su cabeza en una de sus manos, mientras con la otra sostiene un ramo de flores. Obra transgresora para una época en la que la mujer no era dueña ni de sus acciones ni de su cuerpo, como al parecer sí logró serlo Stettheimer, quien no solo creó esta obra sino una segunda que la contiene. Se trata de Studio Party, la pintura en la que retrata una reunión con el grupo social con el que se solía reunir en su estudio en Nueva York y en el que cuelga en la pared del fondo su enorme autorretrato desnuda. Ella aparece en la escena sentada en un sofá reproduciendo la pose de la mano sosteniendo su cabeza con la que aparece en el autorretrato y sentada al lado de una mujer que es la única que repara sobre la existencia del mismo. El resto del grupo está dándole la espalda al cuadro e ignorando esta obra a la que la artista pareciera haber otorgado un significado sustancial, como si al reproducirla de nuevo estuviera insistiendo en que fuera vista a pesar, o en virtud, de su carácter subversivo.
Su obra, que desafió las convenciones artísticas y sociales de la época, y la mirada progresista y liberadora con la que Stettheimer proyectó a la mujer, solo lograron reconocimiento dentro de los cánones de la historia del arte en los años setenta, gracias a la óptica de las historiadoras del arte feminista.
Ficha técnica

