¿Por qué la elección?

Gillian Wearing (1963) incorporó la máscara en obras más tempranas como Confess. La misma le permitió profundizar en la idea de la identidad como un artificio, como un juego de ocultamiento y revelación constante.

En su serie fotográfica Album, Wearing toma como punto de referencia su álbum familiar; las fotos de sus padres, tíos, hermanos e, inclusive, algunos autorretratos. Fabrica máscaras de látex, todas muy similares, y se las pone para posar y recrear las fotografías originales.

Las fotografías inquietan a la vez que perturban. Develan el artificio del montaje al no ensamblar los ojos a la máscara. Su mirada, siempre presente, nos interpela, nos recuerda que ella está siempre ahí, detrás, encarnando la apariencia de su madre a la edad en que la tuvo a ella, de su hermano adolescente cepillándose el pelo o de su padre posando en un estudio de fotografía. Explora su propia imagen con fotos tomadas a sus tres o a sus diecisiete años; juega con la memoria y con la semejanza, con la superposición de rasgos y actitudes familiares que se heredan. En fin, con sus máscaras, Gillian Wearing nos recuerda que la identidad es un juego constante de construcción, de armado entre lo que hemos adquirido y lo que deseamos ser.